En esta entrada de la bitakora, yo, el Basajaun, voy a hablar de los Brujos. Mejor dicho, a tratar de explicar por qué a los de Zalla se les conoce como Brujos.
Se les ha conocido desde siempre a los de Zalla así: Brujos. Bueno, tal vez… desde siempre, sea mucho tiempo. Pero sí que es cierto que se les conoce así desde muy atrás. Referirse a ellos de esta manera, ni ha sido un hecho aleatorio en el pasado, ni lo sigue siendo ahora.
Ha sido este lugar, durante siglos, una zona muy unida a creencias un tanto… particulares. Al menos para vosotros, los humanos. Creencias que forman parte de su pasado. Y por todo el municipio es asumido, que uno de sus más ilustres paisanos… o al menos uno de los más queridos, sino el que más… fue Lucía de Aretxaga.
Y creen que no solo es un personaje real.
Lo cierto es, que es más que probable que existiera en realidad. Y dentro de estas creencias que se difuminan en el tiempo… se asegura que fue una bruja que acabó en la hoguera, gracias a la Santa Inquisición.
Todavía hoy, se la recuerda en las fiestas al santo patrón del pueblo, San Miguel…
… donde si bien se venera al Arcángel, no queda Lucía en el olvido. Suele ser una joven del pueblo quien la representa. Se obvia, al hacerlo, que Lucía permanece latente en la memoria colectiva de los humanos de Zalla como una anciana. No como una mujer joven.
San Miguel se muestra siempre como uno de los primeros y más fuertes defensores de la Iglesia (vosotros los humanos y vuestros ídolos… en fin…). Por ello, se le suele representar vestido de soldado romano, y con una espada en la mano. Ya te estoy viendo volver atrás a ver la imagen de San Miguel a ver si es verdad… en fin… tú mismo…
Según la Iglesia, fue quien derrotó al mismísimo Lucifer. Por ello, suele aparecer en actitud amenazante y vencedora sobre el Demonio. Con la espada en alto, o sobre un dragón que representa el mal.
Esto, no deja de resultar paradójico:
Es Zalla un lugar donde el patrón es, tal vez, el más grande guerrero que defendió la Iglesia en el pasado… y, sin embargo, es curioso como se sigue recordando con cariño a Lucía.
Hubo en Zalla Akelarres y hechos que hicieron llorar a Mari en el pasado (en Oreña, Aranguren) y también existían en el lugar las saludadoras (dadoras de salud, una especie de curanderas).
Por ello, el unir la creencia humana a ciertas prácticas esotéricas…
…o no tanto… junto con el convencimiento generalizado de los habitantes de Zalla, de que allí han ocurrido cosas que mal se pueden afirmar de forma racional y humana, hace que explicar todo este proceso (por qué Lucía murió en la hoguera, cómo curaban las saludadoras, el Akelarre de Oreña…) sea bastante arduo y largo. Y, bueno… como todo ello ya queda reflejado en Aequitas Cultus…
… o por lo menos intento arrojar un poco de luz sobre el tema… no me extenderé más con este asunto.
Pero lo que debe de quedar claro, es que a los de Zalla, católicos o no, por lo expuesto anteriormente, se les conoce como Brujos. Y si bien en el pasado se les nombraba así como una manera de referirse a ellos en una forma… quizás, ofensiva… hoy en día no se toma como un mote despectivo porque sí. Se considera que viene de atrás. Por ciertas actividades que se desarrollaron allí en el pasado, y cuyos ecos nos han llegado hasta hoy.
Si es de Zalla, es Brujo. Fácil, simple, y esclarecedor.
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