En anteriores entradas de la bitakora, las referidas en cuanto a lo que concierne a lo que un humilde servidor ha podido aportar a la historia real de una de las más pequeñas pedanías de Saldaña, (Carbonera I, II, III, IV, V, VI, VII y VIII), se hace referencia explícita a unos documentos que corroboran todo aquello que en esas entradas he expuesto. Documentos estos, en los que me baso para afirmar todo lo en esas entradas comenté.
Recuerdo que, en la primera de todas ellas, hago referencia a un hecho: la existencia del hombre que construyó, en 1748, la pequeña iglesia de Carbonera. Me refiero al hombre que aparece en la inscripción en piedra de la iglesia como Francisco Carbón, inscripción en la cual se afirma que también era canónigo y prior de la catedral de León.
Lo que él fue en verdad, prior de San Guillermo, así como su nombre real, Francisco González Carbonera, fue demostrado ya mediante los documentos que cité. Esta entrada se ceñirá a mostrar esos documentos, tal cual, para corroborar que mi búsqueda se basa en hechos contrastados y no en meras especulaciones del Basajaun.
Los documentos, como ya apunté, forman parte de una genealogía, unas pruebas de pureza y sangre para admitir a Francisco González Carbonera como prior de San Guillermo. En esta primera página de las tres que mostraré, son más de ochenta, se aprecia el año, así como el nombre del benefactor de Carbonera, y su lugar de origen: Saldaña.
En esta segunda imagen de tres, se pueden apreciar las anotaciones que de su puño y letra me hizo don Manuel, responsable del archivo de la catedral de León, cuando quiso informarme sobre lo que yo estaba buscando. Tras anotarlas, me dijo que el priorato de San Guillermo estaba adscrito a la catedral de León, y que siempre tuvo un gran poder adquisitivo. Hecho este que contrasté en anteriores entradas, no porque no creyese en él, sino por que quería documentarme más por mi cuenta.
Última de las páginas con las que se abre la genealogía, que finaliza con las firmas y la fecha, diez de septiembre de 1728. Veinte años antes de la construcción de la iglesia de Carbonera (1748), tiempo más que suficiente para hacer caja y pagar la obra de su bolsillo, si nos atenemos al gran poder adquisitivo que poseía el priorato de San Guillermo.
Espero que comprendáis que, si no se pueden apreciar en su totalidad bien, me disculpéis. Son documentos escaneados de unas fotocopias, por lo que tal vez no sean perfectamente nítidos.
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