Ha llegado hasta mis oídos, susurrado por Amalur, que en el Valle del Salcedón, lugar donde transcurre la mayoría de la trama de Cultus, existe en la actualidad una especie de sensación de malestar a causa de unos problemas. Problemas estos, derivados de la codicia de algunos humanos, y con la aquiescencia de políticos y demás parafernalia escondida tras buenos trajes y corbatas. Descontento y enfadado, me acerqué hasta el valle, y pude comprobar in situ que todo lo que en un principio me había llegado de oídas, era verdad. Amalur nunca se equivoca.
Hace unos años, según vosotros, los humanos, estalló lo que denominasteis crisis, y desde entonces hasta ahora, y son diez años largos ya, a esta crisis la habéis llamado de infinidad de formas: desaceleración económica, crecimiento desacelerado… y luego pasasteis a llamarla, cuando parecía que la cosa iba a ir a mejor ( y lo fue, preguntadle sino a ver a todos esos hijos de su madre que os han robado a ver… preguntadles a ver si ellos han tenido algún tipo de crisis…) como brotes verdes, la luz al final del túnel… Y como la cosa (la crisis) se alargó en el tiempo (no para todos… ¡ejem!…) al final no os quedó más remedio que denominarla a todos como lo que es: una grandísima putada.
Ya os he comentado con anterioridad que creéis que sois libres y felices por asistir cada día a lo que denomináis como vuestro puesto de esclavo… perdón, quería decir trabajo… ¡en qué estaría pensando yo!… y también os he dejado claro que reconozco que aunque no sea lo mejor para vosotros, sé que necesitáis de ese trabajo para poder subsistir vosotros, y para sacar adelante a vuestro hijos. Y dentro de ese lugar que llamáis España, hay unos sitios donde la asfixia que ha provocado la crisis, ha sido un tanto dispar, y siempre según el lugar.
Llegados a este punto, me gustaría incidir en el hecho de que uno de los lugares donde menos se ha dejado sentir la crisis, ha sido en Euskal Herria… pero no en su totalidad. Leo, con tristeza, en uno de esos panfletos que llamáis periódico, que entre los cuatro o cinco lugares más golpeados por la crisis en Euskal Herria (esta información en concreto se ciñe a Bizkaia), Zalla, Güeñes y Balmaseda se llevan la palma. Tres lugares donde el porcentaje de gente en el paro se eleva por encima del quince por ciento de la población en edad de trabajar. No sé cómo no se os cae la puta cara de vergüenza. A todos. Sí, a todos. No hará falta recordaros que los representantes políticos que pueden poner fin a este despropósito los habéis elegido vosotros mismos, ¿no?
Seguimos.
Si bien en estos tres lugares el índice de paro es bestial e inhumano, me lo pintéis como me lo pintéis, existía en esta zona una empresa que, si bien no era, tal vez, de las mejores, desde luego sí que parecía estar haciendo bien su labor. Al menos, desde el punto de vista de que muchas familias pudiesen subsistir gracias a trabajar en esta entidad. Fijaros en que más arriba he dicho que existía, no que existe.
El grupo CEL, instalado en la zona desde hace un montón de años, ha procurado trabajo y sustento durante décadas a la gente del lugar. Y digo ha procurado (y no procura) porque dicho grupo ha entrado en lo que se llama concurso de acreedores. Me consta que la finalidad no va a ser otra que mandar a toda esa gente a la puta calle, y si el grupo vuelve a echar a andar… el que quiera será de nuevo bien recibido, pero con un descenso considerable del salario. De nuevo, la culpa es vuestra. Y si no… decidme a ver quién coño puede poner fin a esto. Os lo diré yo: los políticos que habéis elegido en las urnas. Y no me refiero a los políticos a nivel municipal, si no a los políticos varios peldaños más arriba.
A nivel de España la crisis golpeó, y golpea, os digan lo que os digan, con fuerza. Y si bien a nivel de ciertas zonas de Euskal Herria la crisis no pareció golpear tan duro, hay una zona, Enkarterri, que parece ser, para los propios políticos de mi amada Euskal Herria, un despojo. Y perdonad que os lo diga, pero… si en España han de echar la culpa de muchas de las cosas que pasan a los políticos elegidos por los españoles… en Bizkaia (zona donde se encuentra Enkarterri), los políticos que deberían de haber mirado por todos los vascos por igual… se han comportado como algunos políticos de otra zona de España. Y los damnificados por esta dejadez desde las instituciones vascas, son los habitantes de Enkarterri. Algo que, seguro, verá también así cualquier otro vasco que mire las cifras de paro en la propia Enkarterri, y fuera de ella.
Bochornoso. Si esto es ser vasco, yo me avergüenzo de ser vasco. Y si tú, el que lee esto, eres vasco, y no sientes vergüenza por ello, tampoco mereces ser vasco.
No sé la cifra exacta de personas que se irán a la calle. ¿Doscientas cincuenta? ¿Trescientas? Traducido en familias… ¿cuántas personas van a empezar a pasarlas putas? Y cuando digo personas, incluyo a mujeres y niños.
Me importa una mierda quién tenga o deba de actuar. Pero que lo haga. Me costa que los obreros ya se han movilizado, acudiendo a manifestarse a Bilbao, Vitoria… Pero ellos solos, poco, por no decir nada, pueden hacer. Es aquí donde deben implicarse los sindicatos, implicarse de verdad (y no limitarse a pasar por la cuenta la cuota del mes), donde los políticos de turno (no a nivel municipal, a nivel, en este caso, del País Vasco) deberían de hacer algo más que salir en los periódicos o en la puta caja tonta de los cojones a decir que “están estudiando la situación”, y, si haría falta, que los órganos competentes a nivel nacional, se impliquen. Y para que los “elegidos” de Madrid, los que se encuentran tras las puertas que guardan los leones, muevan ficha, no habría nada como que el partido al que muchos de vosotros votáis en las urnas, ese que gobierna ahora en el País Vasco, les presione. Y pueden hacerlo, porque los que ahora mandan en Madrid, aprueban presupuestos estatales con la bajada de pantalones de esos políticos que salieron elegidos en el País Vasco.
Tirando por bajo, y sin meterme en cómo sería la situación de los demás habitantes de Enkarterri (a los que les afecte esto de manera indirecta), si no se resuelve esta situación pronto, alrededor de mil personas dentro de Enkarterri empezarán a pasarlas putas. Pero muy putas. Y recordad que dentro de esas personas, hay niños.
Por lo tanto, desde aquí, desde esta bitakora, un lugar que no se identifica con ninguna ideología barata de mercahifle de esas que votáis en las urnas, yo no pido… ¡exijo!… que se busque una solución a esta puta vergüenza.
Ser vasco no es llorar bajo el Árbol de Gernika tras haber recibido la makila que le da a uno el honor de representarnos. Ser vasco no es desoír las súplicas de un montón de gente que solo pide poder trabajar. Ser vasco no es defender a capa y espada en Madrid a Euskal Herria, como si de un conglomerado de provincias se tratase. Ser vasco es luchar contra todo aquello que no esté bien, de dentro o de fuera de Euskal Herria, con el único fin de llevar la felicidad a tu pueblo. A todo tu pueblo. Sin distinción. ¿O hay vascos de primera y vascos de segunda? No, señores políticos. No. Ser vasco es ser capaz de defender tu tierra hasta el punto de ser capaz de vomitar sangre por ella, y mirar por todos y cada uno de aquellos que vieron la luz, por primera vez, en este bello lugar. En el más bello lugar.
Eso es ser vasco. El resto solo es una demagogia tan apestosa, que hasta vuestras corbatas huelen a mierda.
Políticos vascos: si no movéis un dedo, os estaríais meando sobre todo eso que con tantas ínfulas defendéis en Madrid. No seáis hipócritas. Mari no os lo perdonaría.
Euskal Herria tampoco.
PD: El Tarttalo me ha pedido permiso para poder comenzar a empapelar su cueva nueva. Dice que quiere una estancia con pieles de políticos: allí donde colocará papel hecho en CEL para limpiarse el culo. Dice que el olor de vuestros pellejos no desentonará con el lugar. Tiene razón.
No me cabreéis.
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