La estupidez humana

La estupidez humana

Paseando ayer por la calle, esas interminables retahílas de cemento que tenéis, acotadas con ladrillos encimados uno encima de otro, llegué hasta un parque de juegos para los niños. Me encanta ver a los niños jugando. Por ello, me senté en un banco y me limité a observar.

Había niños más mayores que otros, y comprobé que, estos niños más mayores, se juntaban entre ellos para jugar ignorando las súplicas de otros más pequeños. Los intentaban dejar de lado, aduciendo que iban a jugar ellos, y que los más pequeñajos no debían de molestarlos. Me pareció un poco triste, pero también algo que vosotros luego hacéis de adultos, de modo que tampoco le di mucha importancia. Los niños solo hacen lo que ven hacer a sus mayores.

Otros chavales jugaban encimados a una consola, con los móviles de aita o amatxu… Sentados en el suelo o al lado de los adultos, mientras que estos adultos, contentos de no tener a los pequeñajos todo el día molestando, les dejaban hablar entre ellos sin tener que ocuparse de ellos. Y yo que creía que cuando vais a un parque lo hacéis para que vuestros hijos se diviertan. Y sí, sí que parecen estar entretenidos… pero apretando botones de una maquinita, y no revolcándose en el suelo. Y no os importa lo que hagan, siempre y cuando no os molesten. Sois, me vais a permitir repetirlo una vez más, unos hipócritas.

De entre todas las cosas que observé sentado, dos me llamaron la atención. Y quería comentarlas en la bitakora:

La primera fue ver a unos muchachos que jugaban con un camión de plástico, de esos enormes que valen cuatro duros en un todo a cien, y que tenía una cuerda atada de la parte delantera. El camión era uno de esos con bañera en la parte de atrás, y ahí se sentaban los niños… mientras uno de los mayores, el padre de alguno de esos niños, tiraba de la cuerda llevando a un muchacho montado sobre el camión. Hasta los niños absortos con las tablets y los móviles de sus mayores dejaron de matar marcianitos, o de ver dibujos animados en esas pantallas, para unirse a la diversión de ir montado en un camión de juguete y mondarse de risa. El camión, tras una buena carrera, volcaba, y los niños y niñas daban vueltas en el suelo riendo sin parar.

Es genial ver como unos niños se ríen. Y más, si lo hacen con un juguete que hace que los mayores tengan que implicarse con ellos en sus juegos. A pesar del cansancio de aquel pobre padre, sudoroso y extenuado por las carreras tirando de esa cuerda, los demás miraban ese camión, y a este padre, como si los botoncitos y las pantallitas de los cojones no hubiesen existido nunca. Todos le abrazaban y le colmaban de besos, el pago que exigía este hombre por una nueva carrera, y se los daban la mar de contentos y jubilosos. Para los niños era, sin duda, el mejor juguete del mundo.

La segunda cosa que me llamó la atención, fue que entre el corrillo de mujeres que habían acudido al parque, una se sacó un pecho y le dio de mamar a su bebé. Y, de nuevo, me puse de mala hostia con vosotros.

Hay humanos que consideran indecoroso que una mujer dé el pecho en público a su hijo. Y mi pregunta es…, ¿por qué?

¿Acaso existe una visión más maravillosa que la de ver a una mujer dando de mamar a su bebé? ¿Por qué hay mujeres que se cohíben de hacer esto en público? Mis queridas amatxus, no deberíais de hacer caso a lo que los humanos retrógrados os digan. Humanos retrógrados que ven como algo impuro que una mujer enseñe un pecho. Yo creo que enseñar un pecho sin más, puede que incluso desde el punto de vista erótico, no es algo que se deba de mirar con malos ojos. No es algo raro. No son unas brujas. No lo hacen para tocarse. Solo son amatxus dando de mamar a sus bebés. Y estos humanos que abogan porque esto no se haga en público, deberían de pensar que el hecho de amamantar a un bebé, no es sino la visión más bella del mundo. Y parecen no acordarse de que ellos mismos mamaron de los pechos de sus madres cuando fueron bebés. Y sea fuera de las miradas de los demás, sea en público, no creo que exista una muestra más grande de amor y unión entre una madre y su hijo.

Imagen de lightstargod

Y los retrógrados que se rasgan las vestiduras por el hecho de que se le vean los pechos a una mujer, deberían de ser consecuentes y quedarse con una pequeña anotación: en la sala de maternidad de un hospital, solo es un ejemplo, puede haber docenas de mujeres dando de mamar a sus bebés. Y esas salas pueden estar llenas también de hombres (familiares, amigos…). Y ni a uno solo de estos hombres, aun estando en una sala llena de pechos al aire de diferentes mujeres, le parece algo lo más mínimamente erótico o pornográfico. Solo es la visión más bonita del mundo.

Y a los que os parezca mal el hecho de que una mujer enseñe un pecho, dando de mamar a su bebé… no sé, pero creo que os lo deberíais de hacer mirar. Y rápido, no sea que vuestro mal empeore y en vuestros trabajos dejen de recibir la subvención que se les dan desde las instituciones, por haberos contratado. Putos ignorantes de mierda.

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2 Comentarios

  • en enkarterri llevamos decadas bajo la direccion del PNV, votados por los obreros de enkarterri, y en las fabricas ELA «tranquilizando» (en CEL 10 representantes de 12). Demasiada gente chupando del bote… y mucho enchufe. Y cuando papa-gobierno cierra el grifo, a quejarse amargamente. Ogala les salga bien a los currelas, y espabilen, su salario es la fuerza de trabajo, y no pesebre-pesebre

  • Creo que te has equivocado de entrada, etxeba. Me da a mi que querías haber dejado tu comentario en la entrada Grupo CEL.

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