¿De verdad crees que luchar no sirve de nada? En esta entrada, te demostraré que estás equivocado.
El día que publico esta entrada en la bitakora, es un día especial. Algun@s veréis la fecha, y diréis que, por supuesto, lo es: el día de San Jorge. El día que se celebra que un humano pudo con fuerzas que van más allá de aquello con lo que cualquiera se pueda atrever a enfrentarse. Yo, creo que no es para menos. Que un humano pueda vencer a un dragón no deberíais tomároslo a la ligera, aunque solo sea porque dentro del imaginario colectivo de muchos humanos, a los dragones se les ha representado muchas veces como unos seres despiadados y maléficos que escupen fuego. Y que un humano acabara con uno de ellos con una lanza como arma (¡un humano a caballo con una lanza contra un dragón!) es, cuanto menos, reseñable. Aunque se trate de un cuento o de una fábula.
San Jorge y el dragón. Imagen obtenida de educima.com
Por si fuera poco, a la par, hoy se celebra el día del libro: esos artilugios cuadrados con hojas escritas en su interior, que son capaces de dos cosas: transportar a aquel que lo lea a mundos maravillosos o terribles, viajando incluso en el tiempo… o, y yo diría que más importante, hacer que las altas esferas de la sociedad se tambaleen ante la posibilidad de una ciudadanía pensante, culta e instruida. No en vano, se afirma que la pluma es más poderosa que la espada. Y es cierto: nada puede al conocimiento. Nada puede a la verdad.
Imagen obtenida de twitter.com
Y hoy, el día de San Jorge, el día del libro, la lanza de la verdad ha vuelto a vencer al dragón. ¿No es increíble? Pues no, no lo es. No es increíble: es real.
Hace ya algún tiempo, mostré en la bitakora lo que algunos dragones de vuestra pútrida sociedad le estaban haciendo a Irati. Y volví a incidir en el tema, cuando quise mostraros que, en realidad, y aunque os duela, la culpa de muchas de esas cosas que os hacen es vuestra. Vuestra y de nadie más. Y a pesar de los pesares, y de vuestra quietud pasiva y bochornosa, mis queridos y despreciables humanos, el dragón ha vuelto a hincar la rodilla en el suelo, sometido, esta vez, por los derechos que le asisten a una niña, y que hipócritamente le querían robar aquellos que tan alegremente elegís cada cuatro años.
Entremos en materia:
La amatxu de Irati ha peleado contra viento y marea para tratar de que a su hija no la falte aquello que todo progenitor quiere para sus hijos, y que se supone que la pertenece según las leyes que rigen vuestra sociedad. Me refiero a educación.
Pública, garantizada y de calidad.
Pero como Irati no es una niña como las demás, se han querido deshacer de ella. De ella, y del problema que conlleva lo que necesita para su educación. ¿Cómo? Aduciendo chuminadas varias, o, simplemente, dándola largas para ver si desistía en su empeño. Como Irati no puede protestar, la que se ha encargado de ello ha sido su amatxu, y, bueno… podríamos decir que a la administración le ha salido un grano en el culo con esta mujer. Una mujer que, asqueada, decidió que ya estaba bien de tantas buenas palabras vacías y falsas. Y pasó a la acción:
Decidió que se iba a plantar delante de la casa de los dragones. Y que lo haría con pancartas reclamando lo que por derecho le pertenece a Irati. Sumando además, a esta protesta, una huelga de hambre.
Acobardados, temerosos y… por qué no decirlo, con los cojones de corbata… han hecho llegar un comunicado a última hora a la amatxu de Irati. Comunicado donde, por fin, reconocen el derecho que asiste a la niña:
Podrá estudiar en un aula estable dentro de Enkarterri.
Y vosotr@s… convencid@s de que luchar no sirve de nada. Cuando volváis a pensar de esta manera tan poco estimulante y tan sumisa, recordad esta fecha:
23 de abril del año 2018, el día que una niña con autismo venció a la administración.
A ver qué cuento de un caballero matando a un dragón supera eso.
PD: me voy a tomar un par de txakolís. La ocasión lo merece.
2 Comentarios
Mil gracias de parte de mis tres hijas y mia!! 😘😘😘
Gracias a ti, Raquel. Gracias a ti.