Ovejas

Ovejas

Hoy he leído en uno de esos panfletos que llamáis periódicos que la sanidad del País Vasco es la mejor de España. Un sentimiento agridulce, pues yo, como Basajaun que soy, no siento que pertenezco al País Vasco, sino a Euskal Herria. Un concepto que no es muchas veces comprendido, otras sí, pero que parece que de un tiempo a esta parte es algo por lo que señalar con el dedo a quienquiera que no se sienta español. Ya sabéis de lo que os hablo: referéndum catalán, manifestaciones multitudinarias donde los unos acusan a los otros de todo, medios de comunicación que se muestran partidarios de uno u otro lado sin siquiera sonrojarse (sois ovejas), declaraciones vergonzosas por parte de los políticos y políticas sean acólitos de una forma de pensar o de otra… menudo tinglado de mierda que tenéis montado. Mejor dicho, menudo tinglado de mierda que os han montado, y que os habéis tragado.

Dejando a un lado las ideas de cada uno, y respetando aquello que sienta cualquiera, siempre que no ofenda a nadie, a mí me llenó de orgullo comprobar cómo una parte de Euskal Herria puede presumir de tener la mejor sanidad del estado español. No porque sea perfecta, sino porque se han hecho las cosas un poquito mejor que en el resto del estado.

El panfleto lo leí en uno de vuestros bares, sentado en una mesa, y con mi txakolí al lado. Cuando terminé de leerlo, dos hombres se sentaron en la mesa contigua a la mía. Y sin querer, les oí lo que comentaron. De esa conversación quería hablaros hoy en la bitakora.

Resulta que, desde que comenzó vuestra “desaceleración acelerada de la economía”, y gracias a los recortes que se han llevado a cabo en la sanidad de todo el país, por parte de los que vosotros votasteis en las urnas, dichos recortes han traído consigo unas cifras escalofriantes de horror y muerte. Habéis leído bien: horror y muerte.

Los hombres que hablaban en la mesa de al lado, comentaban que las listas de espera en los hospitales del país podrían llegar, y de hecho llegan, a extenderse en el tiempo durante años. Y que la causa directa de esas largas esperas… se había traducido en más de doscientos mil (¡200.000!) muertos por no haber podido ser atendidos de sus dolencias a tiempo.

Asqueado, y casi mareado, volví a coger el panfleto y lo volví a mirar de pe a pa: ni una palabra de esto.

La conclusión que saqué no pudo ser más evidente: me reafirmé en la idea, y la realidad, de que los políticos, y políticas, del país os manejan a su antojo. Hacen con vosotros lo que quieren.

Y mientras en todo el país se alternan las voces de quienes reclaman que su nacionalidad ha de ser respetada, o se intenta imponer la que unos quieren para todos, hay miembros del partido político en el poder que no dejan de estar acusados de corrupción, os privatizan hasta la forma de pensar, y las oportunidades para muchos que quieren trabajar pasan por marcharse de su tierra para poder comenzar en otro lugar… la mayoría seguís hablando de lo que está pasando en Catalunya, y a su vez en España, y llenáis las calles para pedir diálogo, o para pedir que los bombardeen a todos.

Y mientras los políticos de todo el país se tiran de continuo los trastos a la cabeza, os recortan en investigación, os recortan en educación, os recortan vuestros propios salarios y os recortan en sanidad. La consecuencia es una ciudadanía que debería de estar desesperada ante esta situación… y que lo está porque cuando juega la selección española de jurgol, no hay liga.

Os he visto manifestaros por millones. En toda España. Y ni una vez ha sido para pedir que os devuelvan el llamado “estado de bienestar”, por el que tantos hombres y mujeres de todo el país lucharon durante tantos años. Un “estado de bienestar” que costó dos generaciones construir, y que los políticos actuales os están robando en un puñado de años. No entiendo como consentís que a un abuelete le roben el dinero que le costó una vida ahorrar; no entiendo como podéis permitir que a una pobre madre soltera la vayan a deshauciar por estar en el paro, y que a su vez verá cómo al quedarse sin hogar, el estado le quitará a su hija por que no tiene un hogar digno; no entiendo como consentís que miles y miles de hombres y mujeres, sobre todo jóvenes, se vayan a otro lugar a trabajar (incluso a otro país) ante la falta de oportunidades; no entiendo que consintáis que la educación de vuestros hijos pase a ser algo no prioritario para aquellos que os gobiernan; no entiendo como cojones podéis consentir y permitir que haya listas de espera que duran años, en los hospitales públicos del país, y que esta vergüenza deje miles de muertos que se podían haber evitado. Pero lo que menos entiendo de todo, es que hayáis permitido que banqueros, políticos, e incluso miembros de la Casa Real, se hayan meado todo este tiempo sobre vosotros… mientras os decían que estaba lloviendo.

Pero tranquilos… que he oído que este fin de semana hay jurgol.

Imagen de afnewsagency

Ovejas. Sois solo ovejas.

Tenéis lo que os merecéis.

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